EL CALOR HUMANO DEL INVAL
Por Jaime Córdova Palacios
El sábado pasado, con motivo de celebrar nuestra Promoción 1961 “Enrique Estrada Sandoval”, su 49 aniversario, volvimos a sentir el calor humano, el sentimiento y los recuerdos de nuestro querido Instituto de los Eternos Valores, donde nos formamos e hicimos maestros. Estuvimos en el Monumento a Don Antonio Larrazábal, donde hace falta nuestra plaqueta que ya entregamos. Aunque no es el mismo suelo, las mismas aulas, el mismo ambiente y los mismos extravíos de colores de aquel soñado caserón de la primera avenida y Calle de la Pila del Rubio, donde quedaron impregnadas nuestras vivencias, esperanzas, travesuras, ilusiones, alegrías y metas, nuestros corazones palpitaron más rápido y conjugaron una hermosa historia de colores, cuyas brechas de oro permanecerán siempre intactas en lo más profundo de nuestras vidas.
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