RECORDANDO A NUESTRO AMIGO GUICH

NOSTÁLGICO MENSAJE DE CARIÑO ETERNO A “GUICH“, NUESTRO COLEGA, HERMANO, AMIGO Y MÁRTIR.

Por: Jaime R. Córdova Palacios

Con Luis Alfredo López García, ampliamente conocido como “Guich”, tuvimos una franca y sincera amistad mucho antes de llegar yo al Instituto Normal para Varones Antonio Larrazábal, precisamente por el deporte y el periodismo, de cuyo centro educativo llamado de los Eternos Valores, ostento a mucho orgullo el honor de ser Ex alumno Distinguido con la Orden Antonio Larrazábal.

No se me olvidará jamás, entre las muchas anécdotas experimentadas, una muy especial. Sucedió a mi llegada al INVAL, una mañana a la hora de recreo, cuando los muchachos de la promoción jugaban una chamusca, en la cual figuraba naturalmente Guich.

Me senté a la orilla del patio como puro “pollo comprado” pues no conocía a nadie más que a “Guich“ y me puse a observar a quienes iban a ser mis compañeros de promoción.

No se como me vió Luis Alfredo y gritó.......muchá, muchá, allí está El Tejaño, como el me había bautizado antes en las andanzas deportivas y del periodismo. Al principio me hice el disimulado y le dije que después entraría a jugar. Él insistiió y me vi obligado, todo nervioso, a pararme y entrar a jugar. Todos se me quedaron viendo con natural asombro, pensando ... y este nuevo qué.

La verdad es no defraudé a “Guich” y esta pasada me salvó de recibir la famosa camorra que era un poco dura en ese entonces. Pasé luego a figurar en la selección de la clase y luego en la del INVAL, teniendo también la oportunidad de haber sido llamado, junto con Juan Ovalle, Jorge Stoks, el Chino Lee y otro que no recuerdo, por el “Gato“ Barrios, entonces entrenador del Antigua GF, pero no pude seguir por mis estudios y la regañada que me dió mi mamá al ausentarme y no llegar a casa los domingos, por lo que se quedaron solamente Lee y Stoks.

Admiré mucho la calidad y valor periodístico de “Guich” en su periódico, con sus atrevidos comentarios. En más de una oportunidad le aconsejé que bajara la guardia pues el momento era muy pero muy dificil por el irrespeto e inseguridad que existía en esta época de terror. No me hizo caso y lo tuvimos que llorarlo por el vil y cobarde asesinato de que fue víctima por los esbirros de entonces.

Al recibir en el año 2005 la hermosa condecoración invalista, dije en parte de mi mensaje: “Porqué no recordar la tienda de enfrente de la estimada señora doña Cruz, mamá de Luis Alfredo López García “Guich”, asesinado inpunemente por su idealismo democrático y de libertad, donde nos apuñuscábamos cada recreo para mitigar el habbre con sabrosas tostadas de guacamol, salsa o frijol, rellenitos, panes con carne, chuchitos y variados atoles al estilo antigueño. Algunos de los muchachos traviesos o listos, aprovechaban la aglomeración para no pagar la refacción”.

Jaime R. Córdova Palacios